EL GRAN DISEÑADOR

 "El sistema solar, del que la Tierra forma parte, está compuesto por materia, fuerza y espíritu. La materia es un conjunto de átomos diminutos e indestructibles" (ahora subdividido por la ciencia), que existe en los cuatro estados conocidos como sólido, fluido, gaseoso y etéreo... Los atributos generales que distinguen a la materia en las tres primeras condiciones son indestructibilidad, extensión, divisibilidad, impenetrabilidad e inercia... El éter es la materia en una condición tan rara y sublimada, que su divisibilidad en partículas ya no es posible para el hombre en su etapa actual de logros científicos".

"La fuerza es el principio vital del ser... impregna, vitaliza y mueve la materia. Es el movimiento en sí mismo... sus atributos son... La atracción y repulsión... es la electricidad en el aire; el magnetismo en la tierra; el dinamismo entre diferentes partículas metálicas... La vida en las plantas, los animales y los hombres, así como también el cuerpo aural, astral o cuerpo magnético de los espíritus".

"El Espíritu es el único Alfa y Omega primordial, increado, eterno e infinito del ser... su único atributo... la voluntad... es en sí mismo la causa de todos los efectos".

"En la materia, la fuerza y el espíritu está en la gran trinidad del ser, que constituye el universo solar y sus habitantes".

"Tenemos autoridad para suponer que el universo astral y todos los demás universos, incluidos los campos ilimitados del ser pueden haber procedido de la misma trinidad primordial de elementos, y que el espíritu, la fuerza y la materia forman ese estupendo conglomerado conocido como "Ego", cuya totalidad, para los seres que son de existencia finita conocen o designan como "Dios", y dentro de sus unidades separadas incluye los sistemas astrales y solares, soles, satélites, mundos, espíritus, hombres, cosas animadas e inanimadas, átomos; etc.

"El Sistema Solar del que nuestra tierra forma parte, se mueve alrededor del sol físico como centro de luz, calor y atracción. Por leyes astronómicas bien definidas, sabemos que este sistema solar, es sólo una parte de un sistema mas grande de mundos estelares, llamado el sistema astral".

"No se ha llegado al centro exacto de este sistema, pero todas las observaciones de la astronomía apuntan a dicho punto en el centro del sistema , y las leyes conocidas de la ciencia determinan que en el universo visible todos los movimientos proceden y son sostenidos por los modos duales de la fuerza centrífuga y centrípeta".

"La ciencia física y la revelación espiritual, complementándose mutuamente, aseguran que hay un gran Sol central del ser... dicho sol central es Dios. Esta perfección del ser existe en forma de gran un orbe central, cuyo único punto de unión para su comprensión es, a través, de las matemáticas y la geometría, ocupa el centro, la única posición por la que los universos giratorios pueden vivir, moverse y existir/ser, por medio de este flujo del sol central son bombeados, sostenidos y renovados constantemente los sistemas.

"Dios es el dispensador de luz y calor, los dos elementos del ser que explican la generación y la revelación, el amor y la sabiduría, la vida y su sentido. Este sol espiritual arroja desde el centro los elementos de los mundos recién creados

por la fuerza centrífuga, y los atrae de nuevo y los mantiene en órbitas determinadas por la fuerza centrípeta. Su naturaleza es el espíritu; su atributo, la voluntad; sus manifestaciones, el Amor, la Sabiduría y el Poder. Esto es Dios".

"Hay un gran territorio central en el universo cuya existencia es conocida por los espíritus en todos los mundos... Su posición como vasto punto central se define a partir de allí y hacia allí parecen dirigirse todas las líneas ilimitadas de atracción, gravitación y fuerza, que unen los cuerpos terrestres y enlazan los firmamentos repletos de vidas y sistemas... a veces se le llama "el reino celestial", "el sol central", "el cielo", "Dios", "el reino infinito", "el reino eterno", "El infinito", "La Vida Eterna".

"A través del extático Giordano Bruno se declaró: 'No hay en el cielo sino un solo Sol, que es el Sol espiritual, la forma en que Dios aparece. Nuestro sol terrestre no es más que el reflejo de los rayos dispersos desde el gran sol espiritual central, que es Dios".

Swedenborg escribió en "La Divina Providencia", "Lo que es infinito y eterno: lo finito no puede comprenderlo; y sin embargo puede comprenderlo porque hay ideas abstractas por medio de las cuales se puede ver la existencia de las cosas, si no la naturaleza de las mismas. Tales ideas son posibles con respecto a lo infinito, Dios".

"Dios es llamado el infinito porque es el infinito... posee todos los atributos de todas las cosas , y por eso tiene una perfección infinita... El hombre, porque sus ideas no son infinitas, es incapaz por cualquier refinamiento o aproximación de llegar a una percepción de las infinitas cosas de Dios; y un ángel, mientras que si es capaz, por su naturaleza espiritual y refinamiento a una aproximación, por encima del grado del hombre, es todavía incapaz de alcanzar esa percepción".

En "El Amor y la Sabiduría Divina" Swedenborg afirma: La Divinidad, es decir, Dios, no está en el espacio, aunque es omnipresente y está con cada hombre en el mundo, y con cada ángel en el cielo... (esto) no puede ser comprendido por una idea meramente de origen natural, pero sí por una idea espiritual"...

"La idea espiritual no deriva del espacio, sino que se obtiene de este estado del ser...del amor, de la vida, de la sabiduría, de los afectos y de las alegrías; en general, del bien y de la verdad". "Sin un conocimiento y cierta percepción de que lo divino está en todas partes y sin embargo... no está en el espacio... no se puede entender nada de la vida divina que es amor y sabiduría, y por lo tanto poco, si es que algo, respecto la divina providencia, la omnipresencia, la omnisciencia, la omnipotencia, el infinito y la eternidad... no pueden ser comprendidos por ninguna idea natural, sino sólo por una idea espiritual... La recepción del amor y de la sabiduría provoca la afinidad con el gran diseñador".

"En el mundo espiritual el amor divino del gran diseñador aparece como un sol, y de él proceden el calor y la luz espiritual de donde los ángeles obtienen el amor y la sabiduría".

"Lo universal de todas las cosas... es el amor y la sabiduría... Estas son las dos esenciales de todas las cosas de la vida del hombre; todo lo de esa vida, civil, moral y espiritual, gira en torno a esos dos principios, y fuera de ellos no hay nada... la esencia divina misma es amor y sabiduría".

"Todo lo que procede del amor se llama bien, y todo lo que procede de la sabiduría se llama verdad. Es porque la esencia divina en sí misma es amor y sabiduría, porque el universo y todas las cosas en él, vivas y no vivas, tienen una existencia incesante de calor y luz; pues el calor corresponde al amor, y la luz corresponde a la sabiduría; y por lo tanto el calor espiritual es amor y la luz espiritual es la sabiduría".

Sin los rayos refulgentes del sol la vida en el plano físico no podría existir ni manifestarse. El calor del sol es el principio materno a través del cual la vida se manifiesta; la luz del sol es el sostén de la vida. De ahí que a menudo se haga referencia al sol como la expresión exteriorizada de la mente divina, como el amor y el calor, lo maternal, y la Sabiduría, la luz, lo intelectual.

Franz Hartmann escribe en "La vida y las doctrinas de Jacob Boehme": "Dios es auto existente, autosuficiente, voluntad infinita, que no tiene origen. Esa voluntad, al concebir su propio ser, crea así un espejo dentro de su propio ser. Lo mismo ocurre en el microcosmos del hombre. Al concebir su propio ser, el hombre crea un espejo en el que "siente" su propio ser, y así se hace consciente de sí mismo y realiza su existencia como ser individual".

"No podemos concebir al hombre sin un cuerpo de algún tipo, ni a un Dios universal sin una naturaleza universal. La esencia misma que constituye al hombre es la voluntad y la inteligencia manifestándose en una forma humana."

Dios sólo comienza a existir como ser cuando se manifiesta en la naturaleza. Desde toda la eternidad Dios se ha ido revelando así a sí mismo... Este eterno reflejo, o el hecho de que Dios se contemple a sí mismo dentro de sí mismo, puede ser llamado la imaginación divina.

The Gateway Of Understanding 1861.-

CARL A. WICKLAND.

Traducido por Marcelo Jimenez.